Nuestro tipo de entrenamiento HIST, o entrenamiento de alta intensidad ofrece un nombre que la gente suele asociar con “entrenamiento peligroso”. Nada más lejos de la realidad. Por impresionantes que parezcan las imágenes de clientes trabajando con pesos altos, y respiraciones intensas, son precisamente esos momentos finales de intensidad máxima los más seguros para nuestros músculos y articulaciones.

El porqué es sencillo, aunque evidentemente y bajo el desconocimiento puede parecer lo contrario. Un músculo que se mueve de forma brusca y repentina, y sobre todo si no se ha calentado debidamente antes, tiene altas probabilidades de sufrir una contractura, tirón, rotura etc. Nuestro entrenamiento superlento de alta intensidad protege tanto al músculo como a la articulación, al ejecutarse desde un principio de forma voluntariamente lenta. Transcurridas las repeticiones oportunas para entrar en fatiga muscular, nuestro músculo trabajado arderá debido a la acumulación de ácido láctico, y a su vez estará congestionado generando un retorno venoso importante. Este momento provoca que el músculo esté más débil, y por consiguiente va a ser muy difícil que se pueda contracturar, ya que la fuerza que puede desplegar en ese momento de agotamiento es mínima.

Por lo tanto las apariencias engañan, y nuestros vídeos de entrenamientos con clientes, se puede decir que son sesiones de “alta seguridad”.